domingo, 25 de julio de 2010

Patagonia en tres poemas

Poema Nº 2 (Una poeta mapuche)


(Nota: este poema está incompleto, porque falta su versión en mapuzungun. Pueden leer una versión ligeramente distinta de la versión en español, la versión en mapuzungun y un excelente ensayo haciendo click acá )

Cuando me muera

"Disparen nomás, estoy acostumbrado a morir"
(de un relato oral)

cuando me muera deberé cruzar el río

cuando me muera deberé cruzar el río
qué perro hará de guía si no tengo
un perro flaco que olerá mi cobardía
irá a mi lado

y estará la vieja en la balsa
le entregaré dos Llankas
para que me cruce
las piedras arrancadas de cuajo
de mi garganta
de mi estómago
crecidas en los dolores
en los gritos que no pude gritar
cuando se agrandaban mis ojos
y hacía que vivía

entregaré esas piedras y no habrá más
seguro lágrimas
porque no pude encontrarle el secreto a esta vida
porque me fui
detrás de los fantasmas
buscando tramas
y arañas
y cántaros
y hojas

reconocerá la vieja su valor?

subiremos con mi perro
la balsa se deslizará en la tarde
hacia el oeste

arribaremos
y tiene que estar allí mi hermana menor
tiene que estar
no puede ser la muerte una nada para un pájaro
para quien ha pintado con pinceles el fuego

ella tendrá cicatrices visibles en los ojos
sus ojos más certeros aún
hurgarán en mí
hasta sacarme las espinas
me dibujará el rostro con sus dedos
una huella de choique
arderá el fuego sobre piedras azules
comeremos corazones palpitantes
y mi hermana pintará un kultrun en el aire
con la sangre

después no sabré
si soy un caballo
o un resuello
si es el viento una trutruka

y saldremos galopando
a desparramar las estrellas del río
y en el movimiento circular
sabré de una vez
qué es ser un guerrero que corre libre hacia la muerte
qué visiones lo ardían

regresaremos al mallín
y habrá la gente alrededor del fuego
las ollas tiznadas y la luna
y cada hoja de los álamos brillando

entonces me recordaré
de ellos tan lejos
y moriré de nuevo

de los barrios planes de vivienda
creciendo en vértiqo
en la ciudad con horizonte
las bolsas de nylon y las estrellas allí
entre los cables del alumbrado público.



Liliana Ancalao
(del libro "Mujeres a la intemperie/pu zomo wekuntu mew", El Suri Porfiado/Bajo Los huesos, 2009)

3 comments:

ramona dijo...

ufff. mi preferido hasta ahora. qué intenso...

gracias mauro

mauro m. dijo...

Sí, zarpado poema. Me cambió la vida.

gracias a vos!

sensei formatear dijo...

Che, lo lei tarde pero es muy lindo.