Bueno, por fin mi primer aporte a este blog con forma de parque donde nos cruzamos discos..
CITY AND COLOUR es el nombre del proyecto solista del cantante Dallas Green, líder de la agrupación posthardcore "Alexisonfire"
¿Qué se van a encontrar ? Canciones íntimas, melodías que perduran, una voz que por momentos casi susurra y se arrastra.. canciones para escuchar viajando en la ruta cuando llueve.. canciones para escuchar mientras esperas un llamado importante
Dallas Green se presenta en este, su primer disco solista, acompañado tan solo de su guitarrita acústica. Lo recomiendo. Un tipo lleno de tatuajes, que usa muchas camisas a cuadros y en su banda, suele gritar bastante. Acá pueden descubrir su lado B, verlo de entrecasa.
Cuando se me pasa el entusiasmo y la confianza que me lleva a escribir cosas como la que sigue, siempre me da vergüenza haberlas escrito. Bastante bochorno me causa también publicarlas. Si lo hago será porque, en el fondo, me parece que si son malos mis ensayos (ensayos de ensayos) eso no quita que puedan ser un aporte útil. Por lo menos para que alguien se convenza de como NO hay que pensar las cosas!
M.M.
I
A la hora de producir una “reseña” de un disco, conviene proferir profusamente numerosos adjetivos con tono profesionalístico, según nos han enseñado esos estúpidos escribientes, que trabajan para tipos que se dedican a vender papelitos abrochados, llamativamente ilustrados, donde se entrevista, se reseña, se promociona, pero poco se piensa la producción de artistas con conciencias más o menos copadas por la ideología de sus patrones.
En tales panfletos, proliferan con abundancia las “reseñas”: un texto más o menos corto que “brinda información” acerca de una mercancía. Esa mercancía puede ser un libro, puede ser un disco, puede ser una película. La reseña puede llevar 3 ridículas estrellitas en su parte superior: la crítica de rock mide el valor de la manifestación artística acerca de la cual construye un discurso, como el almacenero que mide el precio de sus jamones. Le dan los mayoristas el jamón a Don Tito, y Don Tito procede a exhibirlo en su heladera. De la misma manera actúan los “críticos de rock”: sus mayoristas son las discográficas, las editoriales, las productoras de eventos. Como género literario, las reseñas no se diferencian demasiado de las líneas que se colocan al costado de la foto de un producto en los folletos que promocionan las ofertas del supermercado.
Es un problema al que muchos ya han hecho referencia, incluso algunos periodistas de rock. Por ejemplo: Bob Dylan señalaba en una entrevista a Rolling Stone que al rock le faltaba una crítica, hace un tiempo en un blog unos rockeros-marxistas-punkirchneristas afirmaban que lo mismo necesitaba el rock local y salvaban solo algún aporte de Pablo Schanton.
Ahora bien: ¿se justifica realmente (más allá de lo obvio) la razón por la cual nos da tanta bronca el trabajo de esos pobres cagatintas? Sí y no ¿No será que estamos quejándonos al pedo, pidiéndole peras al olmo? No y sí. Digamos: que a los vendedores de discos lo único que les importa es que las “reseñas” sirvan para vender discos, es una obviedad que no merece el menor escándalo (¡nada merece el menor escándalo!) ni provoca sorpresa alguna. Que el discurso que nuestros queridos cagatintas construyen, sea acerca de una manifestación estética que nos representa (que nos alegra, que nos serviría del todo si se la arrancáramos de las manos a quienes la explotan) y pueda ser considerado como el discurso dominante acerca de esa manifestación, sí merece de nuestra parte una protesta.
Ahora bien, una vez que el rockero ya agitó y puteó un poco, conviene que desenchufe el cable del parlante y medite con calma por unos momentos: ¿no será que si nos la agarramos con ese discurso es porque le prestamos más atención de la que merece? Ciertamente, sí. ¿No será que por prestarle tanta atención nos olvidamos de lo objetivo, es decir: que hay una manifestación artística que ese discurso no ha llegado a representar, con lo cual no vale la pena disputarle el que sería su “objeto de estudio”, si estudiaran algo? Lapa repepupuestapa espe sipi.
Ahora que lo objetivo se nos ha revelado, pongámonos a trabajar. ¿Cómo lograr construir un discurso que lleve a cabo la noble tarea intelectual de representar el funcionamiento y la significación de la manifestación artística que nos ocupa?
Nada surge de la nada, y siempre hay alguien que la pensó primero. Hay que averiguar quiénes ya han encarado esa tarea. Como ya vimos, no son los “periodistas de rock”.
"Me leyó una gitana en la borra del café que vuelve el tango. Se escapó de enredadas partituras Los que no lo conocen, lo pedían. Alguien lo dio por muerto ¡Qué locura! Si era siesta nomás... La que dormía"
(Alorsa de La Guardia Hereje)
Subo este disco porque cada una de las canciones elegidas encaja perfectamente. Si alguien me pregunta, ¿qué es para vos el tango? yo pongo este disco de Omar Mollo. Un tipo que tiene una profundidad abrumadora al cantar, al decirsentir cada palabra como si no hubiese nada más en el mundo. Todas y todos deben conocer al menos una o dos canciones de este disco (ya sea porque son fanáticos de Los Piojos, o porque las escucharon de gurises en sus casas), creo que las versiones de Omar son virtuosas, reas, dolidas... geniales. Mi preferida: Melodía de arrabal
Espero que lo disfruten tanto como yo
Omar Mollo - Tango (2003)
01.Garúa 02.Se tiran conmigo 03.Nada 04.Sur 05.Maria 06.Cafetin de Buenos Aires 07.La última curda 08.Melodia de arrabal 09.Naranjo en flor 10.Nostalgias 11.Tarde 12.Yira, yira 13.El último cafe
If You're Feeling Sinister es la mejor introducción a Belle and Sebastian que les puedo brindar. Si les gustó el Soundtrack de Juno, quieren tener novio/a, dispersarse un poco o quedar bien con sus primos, este es el disco ideal.
P.D: Para aquellos que todavía no conocen la herramienta, desde http://listen.grooveshark.com pueden escuchar casi toda la música comercial que existe. (No tomen comercial como mala palabra en este contexto.)
Déjame decirte, vos siempre me preguntas por que no dejas el pucho y, bueno, el otro día lo estaba pensando, si, mientras volvía a casa de no se donde y pensaba si hay otra cosa que pidas en la calle y se te de, se te convide. Es algo fraternal eso, ¿no? Algo lindo, algo de compartir. Es lindo eso.
Una vela enana, de las que son chiquitas, dura dos horas. A mi me dura eso: desde las seis y cuarto hasta las ocho y cuarto que, terminado el cigarro que fumo necesariamente después del porro y si no tengo salgo a comprar aunque no tiene por que ser inmediatamente pero el cigarro después del porro es siempre riquísimo, apague de un soplido el cachito faltante. ¿Tengo acercamiento al fuego más cercano que estando iluminado por luz de vela? No, creo que no. Me di cuenta el día que se cortó la luz de noche. Empecé a escribir y me di cuenta.
Teresa, no me acuerdo que hace Teresa Parodi, si es actriz, cantante o astronauta, pintora, albanila o pulpo, pero cada vez que te escribo me haces acordar a ella. ¡Escuche Parodi! ¿Puedo decirte Parodi? Me suena a película argentina de los sesenta con ese tono terminando siempre arriba arribita arribisima.
Ah, el disco que le mando no tienen nada que ver con nada… aunque todo tiene que ver con todo así que algo debe tener que ver con algo pero no llego a descifrar que. Es una banda alemana, Can, que tiene de cantante a un japones, Damo Susuki, cantando poderosísimo. El año pasado estuvo dando vueltas por acá Damo y no fui a verlo pero me imaginaba cruzármelo y que me cantaba alguna de esas cosas al oído y me ponía contento estando en el mismo lugar geográfico que el. Los otros discos de ellos no me gustaron mucho, la tapa del disco es horriblemente cuadrara.
Escúcheme Parodi, espero noticias suyas. Escríbame. Cualquier cosita, la lista de supermercado detallada aunque sea. La extraño. La quiero mucho, Parodi.
Hay algo de estos tipos que no muchas bandas tienen, y que me gusta bastante, que es que los discos que se suceden son parecidos entre sí, pero que si uno se saltea uno, la difrencia es notable.
Como a mí me gustan todos los dicos que tengo por igual, no me pude decidir por uno en particular para subir, así que les subo una especie de Best Of doble. De cualquier forma, abajo hay también un par de temas para escuchar.
Esto fue todo por hoy, espero que les haya gustado, chau.
Si invitaste a una tipa a tu casa y te querés hacer el soft pero no querés incurrir en música Gativideo (esa insulsa que pasan en las recepciones de las fiestas para hacer tiempo hasta que sirven las mollejitas al verdeo y ya nadie presta atención al background musical)
Si por el contrario llamaste a un man y querés pegar una entrada en lencería gourmet (de esas que las chetas se compran en palermo para legitimar su actitud warrior)
Si, en cambio, te copa cocinarme algo al wok mientras bailas de lado a lado creyendo que tenes afro y una voz heavenly.
Para vos, dude (porque dude es unisex): Esperanza Spalding.
Bueno, resulta que si esta no es mi banda preferida de ¡rock! en español, le pega en el palo.
Antes solía decir que mi disco preferido era Re por las siguientes razones: a) no me canso de escucharlo, b) no tiene ni un tema salteable, c) me da ganas de bailar, de cantar, de moverme, de salir, de compartirlo
Ahora no sé qué pensar... señoras y señores he redescubierto el disco Revés/Yo Soy. Uy uy uy! cómo se ponen estos mexicanos, vienen con los tapones de punta a romper con todo.
El otro día pensaba que cuando tenga una banda de ¡rock! seguramente tenga ganas de que se parezca mucho a Café Tacuba.
Bueno, estaba indeciso sobre que discazo subir por primerisima vez.Si, eso me pasa.
¿Un disco de los Beach Boys? No me gustan los beach boys. Nunca escuche Pet Sounds. No tengo ningún disco de los beach boys y ahorita, mientras escribo, estoy bajando el disco que voy a subir. Si, eso me pasa.
Cuando trabajaba en la oficina el semi soquete de mi compañero (que no comía mas que galletitas y no tomaba mas que mate cosido y sudaba a chorros y prendía el aire acondicionado en agosto y hacia stand up y se fue a vivir a Barcelona con una piba que conocía y en un show que hizo ahí Muchachito Bombo Infierno, que lo escuchábamos mucho en el horario de trabajo, fue a verlo y el le pidió sacarse un foto con el que me la mando) conocía un programa que se llama Spotify. Nunca mas escuche nada del Spotify pero estaba bueno el programa, podías escuchar música on line. Y el único disco que estaba para escuchar de los Beach Boys era Party. Como la oficina estaba sobre la calle Charcas, por donde pasan cuatro líneas de colectivos y es angostísima, teníamos que pegar la oreja al parlante para escuchar (lo hacíamos, lo hacíamos) . Hacer cualquier cosa y escuchar el disco este te hace creer sos parte de la fiestonga. Si, eso me pasa.
¿Qué más me pasa? Y… muchas cosas pero según tengo entendido los escritos de los blogs tienen que ser cortos. Además siempre tengo que hacer otra cosa. Si, eso me pasa.
Después de haber puesto en duda con qué disco podría empezar mi colaboración con questo blog, decidí que dado el caso, pintaba ser todo lo "inaugural" posible, poner algo universal, inevitable, clásico; predecible?, puede ser, pero más allá de la alta probabilidad de que la mayoría ya lo haya escuchado, considero un interés humanitario extender el amor por ésta persona:
Primer disco solista de Johnfru, consta de dos partes, la primera realizada durante la grabación de Blood Sugar Sex Magik, y la segunda durante los últimos ratos de john con los peppers, y la post separación, una época muy jodida básicamente en términos de toda la merca y heroína que el chabón se mandaba; pero sería un despropósito repetir lo que se suele oir sobre éste disco, y sobre él en esta época, por lo que simplemente pretendo ensalsar y recordar un cd que es desde muchos puntos de vista una posta de la vida y de la droga; conceptualmente interesante, musicalmente genial, personalmente re memorable, y grabado con una calidad tan chota que podés masticarlo.
john con cara de durazno
(y un videito de ejemplo, el primero de seis partes, con varias entrevistas en varios momentos, con cosas piolas, canciones lindas, y bastante detalle sobre él y su persona y su fisura)
¡Germán Quevedo! ¿Qué hubiera sido de Buenos Aires sin Germán Quevedo? me pregunto yo. Y no sé. Germán Quevedo era un músico de esos que tocan en las estaciones de subte. Ustedes (si viven o vivieron en BA) seguro alguno conocen. Yo por mi parte recuerdo a uno que cantaba canciones de reggae en francés con una guitarra a la que le faltaban una o dos cuerdas. Ese solía estar en el pasillo que une a la línea A con la línea D. Yo me tomaba la línea A en Acoyte, combinaba con la D y me bajaba en Agüero para ir a la psicóloga. Después cuando volvía de terapia en la estación Agüero, ni bien uno bajaba las escaleras había un flaco de pelo largo y barba como la de Frank Zappa tocando el bandoneón. Sabía tocar “Bandó” de Piazzolla, me acuerdo. Yo le tiraba siempre una moneda y lo saludaba. Un día me contó que su tema favorito de Piazzolla era “Fracanapa”, pero que no le salía porque era muy difícil, y era difícil encontrar partituras del tema. Estaba también el sikuri de la línea A, que tocaba al mismo tiempo el charango y tenía un bolso azul con el logo de FOX sports. A veces lo acompañaba un otro tipo que tocaba la quena. Me acuerdo de estar bajando de esos crujientes amasijos de tablitas que son los vagones de la línea A, y escuchar por debajo del ruido del tren arrancando al charango, el sikus y la quena “llegando está el carnaval / quebradeño mi cholitay”. ¿Qué otro más había? No me acuerdo. Estaba un trompetista que tocaba boleros en frente del Village Caballito, y otro que se lo sabe ver todavía en el Teatro Nacional San Martín. Ahí en el San Martín está la vieja esta, que no me acuerdo el nombre, que repartía folletos con sus poemas, “a voluntad”. Beatriz Sarlo en una nota de la revista VIVA habla de la vieja esa. Dice que nunca se animó a comprarle los poemas. Yo le di una moneda a cambio de un triptico en blanco y negro que tenía un poema llamado “Blues del siglo XX” o algo así. Lo debo tener por ahí en algún lado. También están los que reparten esos papelitos de “Combustible mental” que vienen con poemas de Baudelaire y de Almafuerte. Pero esto no se trata de esas cosas, sino de los músicos que tocan en las calles y los subtes de esta infamia de 5 siglos de edad a la que llamamos “Buenos Aires”. Por ahí cerca del Village Caballito, en la puerta de un Banco Provincia había un pibe que estaba en silla de ruedas y tocaba la armónica, que se lo ve algunas veces también en Plaza Francia. Ahí, frente a la iglesia que está al lado del cementerio, escuché a unos chabones que se llaman “Un vagón”, que hacían también temas de Piazzolla y se llamaban así porque solían tocar en el subte. En fin... Sería de nunca acabar seguir ennumerando (pero antes de terminar, un recuerdo para la chica que cantaba tangos a capella en un colectivo, y para un tipo que hacía lo mismo en la calle Florida…) a tantos y tantos artistas hermosos que todos los días salen a ganarse una moneda, ofreciéndonos a todos los habitantes de este enclave colonial algo que es Fun-da-men-tal para la vida humana: la música. Uno por ahí ni se rescata de lo importante que es, que alguien salga a trabajar de músico en las calles de la ciudad. Pero el otro día fui a una fiesta del Movimiento Afrocultural, y un tipo dijo que gracias al tambor, que era como la parte más fundamental de su cultura, él pudo ganarse la vida dignamente tocando en las calles. No me voy a poner a reflexionar. Digamos para terminar que esto quiere ser simplemente un recuerdo, un sincero y sencillo homenaje para músicos como Germán Quevedo, por ejemplo. Que si hubiera que elegir cuál es el mejor de todos los músicos populares de los que venimos hablando, para mí que es él. Por lo menos de los que yo escuché, es el mejor. La última vez que fui a la casa de mi amigo Nico, vi que entre unos CDs tenía el de Quevedo. “Toma Uno” se llama. Viene en una caja negra, lo vendía a 10 pesos, y en la tapa se ve una silueta de él tocando. El tipo toca cuatro instrumentos al mismo tiempo, y lo hace de esta manera: colgada en el cuello tiene una armónica, con las manos toca la guitarra, y después -con el talón de su pie izquierdo- le da a un pedal que golpea la caja peruana en la que está sentado. Con la punta de su pie derecho, por último, le da a un pedal que golpea a una tabla, a la que está atada una pandereta. Encima de todo eso, a veces se pega con cinta scotch en la mano uno de esos huevitos con arroz adentro. Y me parece que también en la pierna se ataba de esos cosos hechos con pezuña de cabra. Un capo el chabón, un hombre orquesta. El equipamiento para amplificar que tenía era super precario: consistía en unos parlantes de equipo de música Aiwa, que estaban hechos pelota. Hace poco lo ví tocando el bajo con otro tipo, que también tocaba en la línea B. Capáz lo vieron: hacía siempre “Take a walk on the wild side” de Lou Reed, y otros temas así. El asunto es que Germán Quevedo estaba con ese tipo tocando el bajo al lado del Village Caballito, el día que inauguraron un negocio de electrodomésticos. La onda del lugar es que te venden todo en un montón de “mini-cuotas”, entonces a los del negocio para hacer publicidad les pusieron un cartel que decía “Con una monedita más pago la cuota” o algo así. El mejor músico popular de Buenos Aires, obligado a vender su arte a un negocio choto, rebajado a mendigo por el comercio. Al fin y al cabo, es algo que se ve todos los días. ¿Cuántos grandes o mediocres músicos le venden su grande o mediocre música a las discográficas, a las radios, o a las “productoras de eventos”? Un montonazo. Pero ninguno de ellos atrapó como Germán Quevedo la sensación de melancolía y desamparo que le viene a uno cuando espera, por ejemplo, en un andén de la línea B lleno de gente. O volviendo un lunes a la noche cansado, aplastado como sardina en el bondi o en el tren. Viendo pasar un cartel tras otro. Viendo a hombres, mujeres y niños que arrastran carros lleno de basura. Viendo bolsas de basura descuartizadas, en las veredas mugrientas. Es de noche y ya se van los senegaleses que venden Bijouterie: se los ve en los bondis con su portafolio. Los que venden DVD’s truchos también: levantaron todo y se fueron ya. Quedan todavía colas y colas de gente esperando el 8, el 88, el 5. Algunos escuchando música, algunos hablando por teléfono. Muchos hombres y mujeres de lo que Pablo Trapero llamó “la bonaerensia”: esa caravana de personas que con una mochila al hombro cruzan cada día el límite entre capital y provincia. “Aquí ahora” se llama esa gran canción de Germán Quevedo. No tiene letra el tema, pero yo le digo canción porque para mí la letra es Buenos Aires, en la primera década del siglo XXI. O sea -para mí y para muchos- nuestro “Aquí ahora”. No creo que haya, para cualquier artista, honor más grande que el de representar justamente el sentir de un lugar y un momento determinados. Eso es lo que logra Germán Quevedo con su música. Por lo menos para mí ¿no? Después cada uno que piense lo que quiera.
Floresta, 05 de Mayo del 2010
PD: En un rato ramona sube un par de temas del disco de Germán Quevedo, incluido "Aqui ahora". Me pareció que no daba para subir todo el disco, si lo ven por ahí no duden en comprarlo!
2) Apretar botón verde grande que dice UPLOAD to Mediafire (without an account)
3) Se abre una ventanita y hacemos click en el rectángulo amarillo que dice Upload your files
4) Y va a aparecer una ventanita donde te pide que selecciones un archivo. Uno solo. Por ende, está bueno antes de hacer todo esto, zipear los discos. (botón derecho del mouse en la carpeta del disco, enviar archivos a carpeta comprimida) Y después selecciónas el archivo .zip o .rar y arranca la subida del disco.
Requete fácil, tabla del 2.
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Hay equipo y también hay ska. Del viejo.
Un disco de 1980, de una banda que me gusta mucho y que me hace mover la patita: The Specials
Amigues: vale cambiar el fondo del blog, el contenido, los colores, la plantilla, el título, todo. Quien quiera participar que lo pida y lo metemos en el blog. La idea es subir todo y nada y lo que haya ganas de cumpartir
Una guerra civil en Buenos Aires, un policía zen que usa picana a energía solar -yin yuta-, Gardel zombie se levanta de su tumba y sale a romper la noche con lo' muchacho', una mina reviente que vende stereos y marihuana del Paraguay, una plegaria a un dios pequeñoburgués.
Personajes extrañamente familiares, puteadas y melodías bien criollas desfilan por las canciones del disco "Falopa" del Conjunto Falopa, que les traigo en esta ocasión, para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero. Este conjunto está liderado por Pablo Marchetti, que es el fundador de la revista Barcelona que tantas alegrías nos supo dar a lo largo de los años.
Cumparsitas, tangos, chacareras, milongas, canciones... con laetrs muy graciosas e ingeniosas. Todo a dos clicks de distancia ¿qué más se puede pedir?
Conjunto Falopa - Falopa (2009)
Lista de temas
1 Foco amarillo 2 Anarquía en la republiqueta 3 Yin yuta 4 Consuelito 5 Carlitos zombie 6 Diosito medio santo 7 Septimo ensarte 8 Zamba de mi escepticismo 9 Cuatro amigos 10 Compañera 11 Strawberry fizz forever 12 Sexo, droga 13 Milonga paranormal 14 La siesta desterrada 15 Deseo peregrino 16 La latida
Hoy voy a subir un compilado que hice a pedido de una amiga que estuvo porteñando un lindo tiempo y después se volvió para Cali (Colombia), y le mando por el cyberespacio varias canciones nacionales (y un par uruguayas).
Estoy contenta con el resultado final, es un disco que escucharía bastante seguido en mi vida cotidiana.
Vale aclarar que si bien el Winamp me mezcla todos los temas cuando los pongo en la lista de reproducción, el orden* propuesto acá abajo, por mi persona, tiene un sentido y es recomendable escuchar el disco en ese orden, sino está todo bien es un país libre y cada uno decide como vivir su vida y escuchar su música.
Lista de temas:
1. Despierta - Nico Ibarburu 2. Dejadez - Flopa Manza Minimal 3. Sueños de autoestop - Me darás mil hijos 4. Carnavalito del duende - Wagner Tajan Duo 5. La canción del tren - Ariel Minimal 6. Plantita de alelí - Doña María 7. Mi chica peruana - Sancamaleón 8. La flor azul - Divididos 9. Oda a mi bicicleta - Martín Buscaglia 10. El amigo de mi padre - Gabo Ferro 11. El viaje - Pez 12. Si mal no me equivoco - Seba Ibarra 13. Princesa guaraní - La Guardia Hereje 14. Andá y decile a tu mamá - Aymama 15. Love a la Vangarde - Cheba Massolo 16. Fantasmas de carnaval - Kevin Johansen
*el orden lo hizo el shuffle del Winamp y me pareció más que atinado, salvo por un par de modificaciones que son fundamentales en un compilado como la canción de inicio y la del final, que las elegí yo.
Este blog sube sus discos desde la compu o ripeados de CD a un servidor que los "aloja" que se llama Mediafire.
Para bajar un disco hay que apretar en el enlace de mediafire debajo de la tapa de los discos (generalmente dice "Descargar" o alguna palabra parecida)
Ese link te lleva a una página y hay que apretar en "Click here to start your download"
Se va a abrir una ventana de descarga con un archivo .rar y ponemos la opción "Guardar"
Una vez que se descarga el archivo hacemos click derecho sobre éste y ponemos "extraer" o "descomprimir" y listo el pollo
